El defensa del Hartlepool, Scott Harrison, se tomó a broma la lesión del colegiado del encuentro de League Two que disputaron ante el Oxford United el pasado martes. El árbitro se lanzó al suelo en una acción de ataque del Oxford y los jugadores de ambos equipos se acercaron rápidamente a atenderle.
Un jugador del Hartlepool atendió al colegiado y vio que se le había caído el espray que marca la línea de las faltas en el suelo. Por ello, aprovechó para hablar con su compañero e ingeniar una broma que el defensa Scott Harrison llevó a la práctica.
El zaguero no se lo pensó y pintó una línea en el suelo, como si tuviera que marcar una falta realizada sobre el colegiado. La broma del futbolista se ha convertido en viral en las redes sociales y en los diarios ingleses.
Fuente: Mundo Deportivo