El liderato regresa al Santiago Bernabéu. Real Madrid sacó provecho del pinchazo azulgrana y derrotó al Betis con más apuros de lo esperado en un desastroso arbitraje de Mateu Lahoz que perjudicó tanto a los locales como a los visitantes.
El Real Madrid entró al partido con mucha fuerza. Con brío, sabedor de que el Barcelona había caído en Riazor y que la ocasión era ideal para recuperar el liderato, siempre con el colchón del choque ante el Celta. Salió dominador y enseguida metió al Betis en su propia área. A los diez minutos ya había gozado de dos claras ocasiones para saciar la ansiedad que provoca el hecho de jugar ante rivales de menor caché. Un mal pase de Morata y un disparo de Isco se vistieron de serios avisos para Adán.
El balón circulaba con fluidez de un lado a otro entre las botas de los jugadores del Madrid. Un dominio tan intenso que todo era cuestión de tiempo. Sin embargo, en la primera arrancada seria del Betis en un despiste de la zaga del Madrid llegó una de las jugada claves. Durmisi intenta controlar un balón largo pero no llega mientras Keylor Navas busca el mismo balón. Tampoco llega el portero y arrolla al delantero fuera del área. Falta y roja. El colegiado no pitó nada mientras los jugadores del Betis se echaban las manos a la cabeza.
La peculiaridad de Mateu Lahoz a la hora de interpretar el arbitraje tienen este tipo de cosas. Rompe los esquemas de cualquiera. No sería su único fallo porque no vio varios agarrones de los defensas del Betis en los saques de esquina y también pasó por alto un empujón de Carvajal a Sanabria. Un desquicie.
En medio del alto voltaje de las decisiones arbitrales, Keylor Navas cometió un segundo error. Y también grave. Se metió en su portería un disparo de Sanabria sin aparente peligro. Error de bulto, que puso al Betis por delante (m. 25). El Madrid no sintió el golpe y pudo empatar a cinco minutos para el descanso en un centro medido de Marcelo al que respondió Cristiano Ronaldo con un buen cabezazo.
En la segunda parte, el Real Madrid acusó el cansancio. Con algo de desorganización fue arrinconado al Betis pero sin mucha claridad en sus ideas hasta que, de nuevo, Sergio Ramos volvió a conectar un buen cabezazo en un saque de esquina de Toni Kroos.
Real Madrid, 2; Betis, 1
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